lunes, 25 de agosto de 2008


Paquito D’Rivera – Ni Funk, Ni Tango…si mucho Jazz y más

Paquito es un virtuoso del saxo y el clarinete, de eso no hay duda; es igualmente un excelente compositor, director y líder; y, es muy carismático. Se apodera del escenario y maneja, casi a su antojo, al público; con buenas introducciones a las piezas, anécdotas, chistes y más. (En Estados Unidos le dicen a esto “Knowing how to play a crowd”). El sábado en la noche estuvo en su punto, lo hizo todo y muy bien hecho.

“Funk Tango” es la más reciente producción de Paquito, y contrario a lo que el título implica, las composiciones de ésta no son ni funk, ni tango, pero si mucho Jazz. En lugar de ello interpreta algo de post-bop, Afro-Cubano, brasileño y otros ritmos.

El Maestro D’Rivera se esmero, con un repertorio tan variado en contenido que dejó a todos satisfechos, muy satisfechos. Y se hizo acompañar por unos músicos que impresionaron a todos por la excelencia en sus instrumentos. Pudiéramos dedicar buenos artículos para escribir sobre estos, y quizás lo hagamos en adelante; por el momento solo les diremos que cada uno llamó poderosamente la atención de los presentes. Oscar Stagnaro en el bajo; Mark Walker en la batería (estos dos primeros llevan años con Paquito); Diego Urcola en trompeta y trombón de pistones y el joven pianista Alex Brown (solo 20 años de edad, y como toca este muchacho).

Libertango de Piazzolla fue la pieza que dio inicio al concierto. De una vez Paquito pone de manifiesto su manejo del saxo alto regalándonos improvisaciones de un grado de virtuosismo que pocos tienen. Cada uno de los miembros de su quinteto realiza un solo que resalta la calidad que poseen; juegos entre Paquito en el saxo y Diego en trompeta con sordina deleitan a los presentes. Le sigue “What About That”, composición del baterista Mark Walker, en la cual Paquito cambia a clarinete y Urcola a trombón. Fina pieza, mezcla de samba con straightahead jazz, que pone de manifiesto la fluidez de la misma y del conjunto. D’Rivera tiene una vena de niño juguetón y aflora, cuando a mitad de la pieza mete algunos jaleos de nuestro merengue “Compadre Pedro Juan”.

Continúa con su propia composición “Memories” (Recuerdos) y la verdad es que invita a retornar a otros tiempos, a pensar en cuando el mundo era más lento, cuando todo lo veíamos con cristales de rosa. Que sonido saca al trompetista con la sordina (a lo Miles Davis), que interlocución entre piano, bajo y batería…y lo logran…volvemos atrás en el tiempo. La cuarta pieza de la noche es muy especial, a dúo con el jovencito prodigio del piano Alex Brown, y a tiempo de contradanza le dedican “Duet” de Paquito a Ernesto Lecuona. A Alex le falta kilometraje, de eso no hay dudas, le falta la experiencia de los años; pero que bien toca, como maneja el piano, que buen uso de ambas manos en las 88; Paquito lo sabe, por algo lo trajo y no le quedo mal para nada, se defendió como todo un campeón y por ello impresionó a todos.

Oscar Stagnaro ha estado en el país anteriormente, ofreciendo unas clases magistrales de Berklee College of Music en su instrumento, el bajo. Ya lo conocíamos, excelente instrumentalista. Ahora nos tocó presenciar al grupo tocando una de las más bellas piezas de la noche, su composición “Mariella’s Dream”. Pieza que inicia como balada con la trompeta llevando la melodía a dúo con el piano, que se va convirtiendo en una rica pieza de ritmos peruanos acentuados por el clarinete de Paquito, y finalizando la misma un delicioso solo de parte de Oscar. Paquito introduce la próxima pieza, Alfonsina y el Mar, y se va dejando a sus músicos a cargo de darle vida a esta triste pero apasionante canción. Diego, su trompeta con sordina, cuenta la historia…hace que su instrumento hable, Oscar logra que el bajo llore, Alex en el piano y Mark en la batería dando matices que realzaban los sentimientos expresados por ellos.

Vuelve Paquito, habla sobre Dizzy Gilliespie, y para honrarlo el quinteto “One Night in Englewood”, escrita por D’Rivera y en la cual varias veces usa partes de “A Night in Tunisia”. Inicia como una bella y melódica balada que va tomando forma a medida que sube el tempo, justamente a mitad explota Paquito con un fluido solo de clarinete dándole salida a toda su virtuosidad en el instrumento, acompañado por un dulcísimo sonido del trombón de parte de Urcola. A esta le sigue otra pieza de Paquito, To Brenda With Love”. Esta pieza al final cede y se convierte en un jammeo de parte de la banda, en donde D’Rivera juega con varias barras de Bach y minuetos llevados a tiempo de jazz, “sencillamente de opera” como diría Terrero.

En ese momento Paquito les dice a todos que el “ya está muy viejo para irse y volver al ratito cuando le reclamen “otra”, así que mejor nos quedamos”. Le pide a la agrupación de Sly de Moya que lo acompañen a cerrar con “Compadre Pedro Juan” en honor a Távito Vásquez y Mario Rivera. Joel Ramírez con la tambora inicia el repique de nuestro merengue; Paquito en el alto es acompañado por Yoel Rosario en el tenor, y ambos tocan con un jaleo salido del “cibao”; las dos agrupaciones convertidas en una; la magia del jazz manifestándose entre ellos. El público deleitándose por lo buena que sale la pieza, quizás queriendo bailar y no atreviéndose; pues así de buena quedó.

Fue una noche especial, rica, llena de tanto: de risas, de buenos sentimientos, de energía…, llena de la música de los músicos…el jazz!!! Gracias les damos a Hierbabuena Producciones por haber traído a Paquito, por la buena organización del concierto y más; ojala lo traigan de nuevo y pronto!!!

Nota: Foto de Paquito es cortesia del Diario Libre en la persona de Alfonso Quiñones

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola Fernando,

Gracias por tu review..que buena descripción de nuestra presentación, tu elocuencia es magnifica y es un espejo de lo que sucedió esa noche...aprecio mucho tus palabras hacia mi actuación y al tema Mariella's.

Un abrazo,

Oscar Stagnaro
osgnaro@aol.com