Cómo Chano Pozo tocó el tambor en la cuna de Fernando!
Prólogo al libro: Jazz en Dominicana Las Entrevistas 2022
Por Alfonso Quiñones
Este 3 de diciembre del 2022, en que escribo estas letras, se conmemora el 75 aniversario de que perdiera la vida a balazos durante un altercado en el Río Bar Grill, ubicado en la esquina de las calles 111 y Lennox, en Harlem, Chano Pozo.
La tragedia fue por culpa de un paquete de marihuana de mala calidad que Eusebo Muñoz, alias el Cabito -a estas alturas no se sabe si era cubano o puertorriqueño, ni qué fue de su vida- le vendió a Chano. El músico insultó al Cabito y le exigió que le devolviera los cinco dólares que le había costado. El traficante se negó, sacó una pistola y le dio seis tiros al famoso tamborero. Cogió los 1 500 dólares que el músico llevaba escondidos en el zapato izquierdo y huyó. Hasta el sol de hoy.
Seis disparos fueron demasiados para acallar las manos que irrumpieron con las congas en el jazz, cambiándolo para siempre.
Chano Pozo había hecho un alto en el tour que hacía con la orquesta de Dizzy Gillespie, su descubridor. Había regresado a Nueva York para comprar unas tumbadoras con qué reponer las que le robaron en Raleigh, North Carolina. Dicen que había prolongado los días en New York porque extrañaba a su amante, Caridad Martínez, con la que vivía en Harlem. Incluso se dice que se sentía muy incómodo con el racismo que sintió en carne propia durante la gira por los estados del Sur norteamericano.
Pero Chano tenía una cuenta pendiente con su santo Changó (Santa Bárbara en la religión católica). Antes de marcharse de Cuba, un babalawo le había tirado los caracoles y le había salido que tenía que hacer iyabó antes de cruzar el mar, o no regresaría vivo a su tierra. Mas la prisa del viaje, le impelió a dejar para su regreso el hacerse santo. Murió un 3 de diciembre. El 4 es el día de Santa Bárbara.
La primera presentación de Chano con Dizzie y su banda fue en el Town Hall de Nueva York en 1947. Así lo vio el crítico de jazz Marshall Stearns: “Chano Pozo se agachó en el centro del escenario y batió un tambor de muchas voces con sus manos encallecidas. Mantuvo al público en un silencio de sobrecogido respeto durante treinta minutos, cantando en un dialecto del África Occidental, mientras subía y bajaba, de un murmullo al alarido, y volvía al punto de partida”.
“Chano impuso su estilo propio, tenía en la cabeza la “clave cubana”, había que seguirlo, cambió algunos acentos en la tumbadora. Dizzy que era músico le aplicó la armonía y arreglaron el resto con un puente musical, estructurado por el talento de Walter Gilbert Fuller, apoyado por otro no menos talentoso que Chico O´Farrill, quienes adaptaron el nuevo patrón de Chano para hacerlo más sencillo, nítido y viable2, establecIó el crítico musical cubano Rafael Lam.
El sabio cubano Fernando Ortiz escribió: «Chano Pozo fue un revolucionario entre los tambores del jazz, su influjo fue directo, inmediato, eléctrico (…) Por el tambor de Chano Pozo hablaban sus abuelos, pero también hablaba toda Cuba. Debemos recordar su nombre para que no se pierda como el de tantos artistas anónimos que durante siglos han mantenido el arte musical de su genuina cubanía».
El encuentro de Chano Pozo con Dizzie Gillespie fue como la conjunción de dos galaxias desconocidas entre sí, para que ocurriera un Big Bang en la música.
De no haber existido ese negro robusto, de ñata pronunciada, labios gruesos y manazas de estibador, Fernando Rodríguez de Mondesert probablemente no estuviese escribiendo de jazz latino, no se hubiese encaminado a hacer conciertos y nunca hubiese comenzado su blog que lo ha convertido ya en autor de cinco libros. O sí. Vaya Dios a saber.
Nacido en República Dominicana, a muy temprana edad la familia de Fernando Rodríguez de Mondesert se mudó a Estados Unidos donde vivió y fue educado (escuela elemental y High School) en Hempstead, New York. Luego de asistir a la Universidad de Houston, ejerció su carrera hotelera en la cadena Hilton, hasta el 1982, cuando retornó al país. Desde 1983 hasta el 2008 estuvo dedicado al sector del transporte y logística de carga; habiendo sido, entre otros: Gerente Operaciones de Island Couriers / Fedex; Gerente División Aérea de Caribetrans, S.A. y Gerente General de DHL
En el 2006, creó Jazz en Dominicana, y desde el 2008 se dedica por entero a cada día informar, promover, posicionar y desarrollar el jazz en el país y el jazz dominicano fuera del país.
Cuando comenzó a escribir su blog, quien suscribe lo estimuló. Le llamó “la enciclopedia del jazz dominicano” y claro que otros colegas suyos que se dedicaban a la promoción del jazz en el país, se pusieron celosos. Pero Fernando es un hombre con un espíritu de persistencia envidiable. Y su talento para escribir es natural; así que con algunos pocos tips se dio cuenta cómo era la cuestión. Hace de eso 16 años.
Gracias a sus esfuerzos ha mantenido Jazz en Dominicana, que le sirve de fuente y de espacio para la promoción de nuevos talentos del jazz dominicano. Ese espacio múltiple y generoso ha servido de matriz para nombres del jazz actual dominicano como Josean Jacobo, Sabrina Estepan o el saxofonista Carlito Estrada, por solo mencionar tres de los muchísimos que ha promovido.
El gran éxito de Fernando está en que no se ha quedado en aquel blog que comenzó a escribir y hoy es una referencia, sino que se propuso servir de promotor del jazz latino, y convirtió su marca en un espacio de presentaciones, lo mismo en el hotel Dominican Fiesta que en un club de cigarros, donde quiera que le ofrezcan un espacio.
Ha producido grabaciones y se ha convertido en un eficiente periodista cultural, con entrevistas siempre interesantes a decenas de músicos de diferentes generaciones, instrumentos, estilos, pero siempre unidos por el jazz.
A través de más de 2,100 artículos -reseñas de conciertos y festivales, entrevistas, biografías, fotografías y más- sobre lo que cotidianamente se denomina ¨los músicos del patio¨, se ha convertido en el el único medio escrito de comunicación dedicado 100% a este género musical en el país. Y, a través de los espacios de jazz en vivo ha logrado presentar a más de 1,350 eventos en los últimos 15 años.
Actualmente maneja el Fiesta Sunset Jazz (desde Diciembre del 2009) en el hotel Dominican Fiesta, Jazz Nights at Acrópolis y los Jazzy Tuesdays en Fusion Market.
Artículos suyos han aparecido en los periódicos “Listín Diario”, “Hoy” y “Diario Libre”, entre otros. Ha escrito artículos en la afamada publicación All About Jazz en inglés.
Fernando Rodríguez de Mondesert es el único dominicano miembro de la Jazz Journalist Association. Ha sido miembro del jurado del 7 Virtual Jazz Club International Contest, desde su inicio en el 2016. Ha sido seleccionado Presidente del Jurado para la 7ma edición en este 2022.
Es un frecuente invitado a varias estaciones radiales a realizar programas especiales de Jazz. Igualmente a dictar charlas en clubes y otros.
Dentro de su bibliografía se encuentran cuatro libros en español e inglés, hasta ahora. A saber: “Jazz en Dominicana: Las Entrevistas 2019”; Ukiyoto Publishing, Febrero 2020; “Mujeres en el Jazz…, en Dominicana”; Ukiyoto Publishing, Enero 2021; “Jazz en Dominicana: Las Entrevistas 2020”; Ukiyoto Publishing, Abril 2021; “Jazz en Dominicana: Las Entrevistas 2021”; Ukiyoto Publishing, Febrero 2022.
Todo comenzó cuando resultó ganador de los premios Global Blog Awards 2019. Entonces Fernando escogió la oferta exclusiva de convertir sus mejores escritos seleccionados del blog, en un libro ilustrado publicado por la Ukiyoto Publishing Company; y convirtió ¨Jazz en Dominicana - Las Entrevistas 2019¨ en un libro, el cual fue publicado en febrero del 2020.
Durante el año 2020, en medio de la pandemia, la Ukiyoto Publishing continuó dando seguimiento a su trabajo, y al ver que las publicaciones en el blog de Jazz en Dominicana cumplían con los criterios de contenido, creatividad, unicidad, originalidad y enfoque, le invitaron a entregar un segundo y tercer título, resultando la invitación en: ¨Mujeres en el jazz …en Dominicana¨, publicado en febrero del 2021, y ¨Jazz en Dominicana - Las Entrevistas 2020¨ en abril: a los que siguió ¨Jazz en Dominicana - Las Entrevistas 2020¨ en febrero de 2022.
Estas publicaciones han abierto y siguen abriendo una ventana a diversos actores que han sido, son y serán parte de la escena del jazz en República Dominicana.
Lo especial y diferente de estos libros es que no solamente están escritos en Español e Inglés, sino que están integrados con Realidad Aumentada. Hay un código QR colocado después de cada capitulo, que podrán escanear usando un escáner QR y escuchar la música de dicho entrevistado o artista.
Los cuatro libros publicados a la fecha, contienen entrevistas a 27 músicos y 7 productores de programas radiales, así como la presentación de 50 mujeres, quienes han contribuido y están contribuyendo enormemente en todos los estilos y en todas las épocas de la historia del jazz en la República Dominicana.
El combustible de Fernando es la pasión por el jazz.
Su huella y su impronta arrancaron, sin él saberlo cuando el tamborero Chano Pozo y el trompetista Dizzie Gillespie se conocieron en septiembre de 1947, por mediación de ese otro grande que fue Mario Bauzá. De la trascendencia de este saludo y esta amistad nació un trabajo vertiginoso y frutal, que —como el de Machito, Mongo Santamaría, Mario Bauzá y tantos otros— terminó por darle un sonido definitivo a eso que hoy conocemos como latin jazz.
Es como si Chano Pozo hubiese tocado el tambor en la cuna de Fernando Rodríguez de Mondesert.
Hay que agradecer a Fernando por lo que hace, que no es más que historiografiar lo que sucede hoy en el ámbito del jazz en República Dominicana.
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