jueves, 4 de abril de 2019

Oscar Micheli Trío… sin fronteras por Alex Quezada

Oscar Micheli Trío… sin fronteras
por Alex Quezada

A prima noche del miércoles, con cielo gris y amenaza de lluvia que no se materializó sobre Santo Dominio, el confortable ambiente fue propicio para dar paso a los primeros acordes entregados por el Oscar Micheli Trío en el atrio central de Acrópolis Center.

Armado de sus teclados, de donde surgieron delicados tonos y matices para fusiones de diversos ritmos y estilos, el líder y pianista se hizo acompañar de Nicolas Calcaño en el bajo y de Edgar Zambrano en batería y percusion, liberando las primeras notas de “Freedom Spirit” que evocaban con deleite el imaginar espacios abiertos o contemplar desde lo alto lo que sería una noche llena de emociones.

A seguidas el tema “Melao”, nos trajo jazz con esencia de chachachá, lo que fue bien recibido por la concurrencia. De inmediato, el pandero en manos de Zambrano evidenció la bossa nova que traía “Flor de Lis” (de Djavan); donde el énfasis del teclado y la cadencia del bajo nos brindaban una versión cargada de suficiente calidez para luego continua sobre la misma alfombra hacia una “Chica de Ipanema” muy particular -y diría que irrepetible- con Zambrano sobre el cajón peruano.
 
También tomado de Brasil, el tema “Partido alto” propició un notorio solo de Nicolás para luego fundirse en sublime simbiosis con el inconfundible “Compadre Pedro Juan” (de Luis Alberti) que además recibió suficiente cajón de base que cautivó a los presentes que rebosaban el espacio y cuya emoción de inmediato continuó desde las primeras notas de “Night in Tunisia” (de Dizzy Gillespie). La pieza en su desarrollo combinó variados matices y coloridos solos de bajo y batería; donde soberbios redoblantes se antepusieron al retorno del teclado de Oscar para cerrar el primer set.

Otra vez en tarima, las notas in crescendo de “Step to Heaven” (tema de apertura del álbum ‘A new world’ de Oscar Micheli), dieron apertura al segundo set que por igual prometía sorpresas. Cargada de energía, el domino de la dinámica pieza se evidenciaba en las escasas miradas de los músicos entre si antes de los solos de Nicolas y Zambrano.

Luego, la esencia de un sitar -sitara- (instrumento tradicional de India y Pakistán) surgió en el ambiente para introducirnos en pasajes de “Footprints” e “Impressions” con predominio de teclados antes de seguir hacia un “Bésame mucho” (de Consuelo Velásquez) que navegó en escalas de flamenco, cubanía y constante contrapunteo que matizaba Zambrano en el cajón para luego fundir la pieza hacia el infalible “Lágrimas negras” (de Miguel Matamoros) con la consabida agradable reacción del público.
 
Como sorpresa surgió Sabrina Estepan -aliada de Oscar en muchos proyectos-, esta vez para deslumbrarnos con el scateo de un extenso “Spain” (de Chick Corea), que no dejó a nadie indiferente. Estupendo el momento. Con Sabrina en tarima surgió otra versión de “La chica de Ipanema”!

Para el cierre, breves acorde de “Suntan” (de Michel Camilo), dieron paso a “Dominicanita” (de Rafael Solano), donde sutiles pinceladas de teclados flotaban entre las ondulantes notas del bajo y la batería. En resumen: otra preciosa noche de jazz en Acrópolis.

Alex Quezada es Productor Audiovisual y consagrado melómano, amigo y escritor invitado de Jazz en Dominicana.

Nota: Para más fotos de el evento, pinchen el siguiente enlace - https://www.facebook.com/JazzEnDominicana/media_set?set=a.10161561990470301

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