domingo, 23 de febrero de 2014

Alex Jacquemin en el Fiesta Sunset Jazz

Alex Jacquemin en el Fiesta Sunset Jazz

La música y los números tienen una relación estrecha y misteriosa. Valores para las notas, tempo y compases son expresados en números. Los números tienen significados que van mucho más allá de las cantidades y valores… pueden adquirir significado repentino, representar amuletos de buena suerte, expresar ideas completas y generar emoción.

Y, en este el concierto número 198 del Fiesta Sunset Jazz al iniciar su 5ta temporada, Alex Jacquemin y el trio que conformó junto a Rafelito Mirabal en los teclados y Johnberne Thomas  en la batería, han dado al mismo un significado especial.
El guitarrista francés inmediatamente evoca por su tono un sonido reminiscente a John Abercrombie… fraseos limpios y precisos que recuerdan a Joe Pass… y la atmósfera en su delivery que nos hace recordar aquellos íntimos álbums de trios intergeneracionales que Pat Metheny hiciera durante los 80's… unido a la selección de un setlist de standards familiares, logró el balance de no perder la atención del público, haciéndonos capaces desde el más erudito hasta el más casual asistente, a adentrarnos en su maravilloso estilo de "composición espontánea", que nos hizo entender y saborear mucho mejor la transformación que les dea en su interpretación.

Sin embargo, todo eso es superficial, si lo comparamos a lo que más significado dió a la noche, fueron esos detalles que se escapan entre las notas… lo que los números no pueden expresar y fué la conexión del artista.

Primero con ambos músicos que le acompañaron y sobretodo con su público.

Nos presentó a una futura estrella en Johnberne Thomas, parte de una nueva generación de artistas de la batería que desde un sonido que enaltece el tono tradicional del instrumento le inyectan inventiva, intensidad y frescura… un joven talentoso que refleja la gran esperanza que tiene el futuro del jazz… y Rafelito Mirabal que generó una cohesión, un pegamento que sirvió como una gran rotonda a través de las cuales las ideas y contrastes (lo tradicional y lo avant-garde; lo eléctrico y lo acústico) fluyeron con gracia, enaltecidas por su capacidad, experiencia y sobretodo sensibilidad artística.

En Alex Jacquemin, pudimos escuchar esa noche del viernes 198 del Fiesta Sunset Jazz; a Francia… a New York… el Caribe… Africa… grandes ciudades, tradición, creatividad e intimidad… no como postales musicales, sinó como vivencias interiorizadas por el corazón de un artista verdadero que nos regala en su interpretación… escuchándole con un simple amplificador y efecto, logró transmitir de manera tan transparente, quién es como artista… escuchamos bondad y transparecia… escuchamos el libre fluir de ideas y energías sin conflictos.

Colaboró, además con el público para crear un ambiente íntimo y emocionante de total empatía, de cariño a la par de la admiración a la técnica… de bienestar además de gritar de emoción… de cercanía, aunque no le conociéramos.

Y esa es la marca de un verdadero jazzista… la música como forma de arte de momentos.

Y vaya que momento creó para los asistentes… el número 198 tiene para todos los asistentes un nuevo significado.

Y Alex Jacquemin otro rinconcito más a cuál llamar "casa"… bienvenido sea siempre.

Por: Guillermo Pérez German

Notas:
- Guillermo es papa, esposo, escritor por naturaleza, creativo por necesidad,  empresario por convicción y amante de la música. Jazz fan desde 1991.
- Este evento, el número 198 del Fiesta Sunset Jazz, fue realizado el viernes 7 de Febrero del 2014.

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